Recuperar las producciones primarias, para fortalecer el Producto Bruto Interno (PBI) de Tucumán, y reducir la presión impositiva, que afecta la rentabilidad del sector privado, son los caminos que deben orientar las primeras decisiones de la nueva gestión económica en la provincia. En estos horizontes coincidieron el titular de la Federación Económica de Tucumán (FET), Pedro Omodeo, y su par del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas (Cgcet), Abelardo García. En diálogo con LA GACETA, los directivos advirtieron que Tucumán es uno de los distritos con mayor presión tributaria sobre las actividades económicas.
“No existen dudas de que el objetivo primordial del nuevo gobierno es darle mayor valor a las producciones primarias, de modo que incrementen el PBI. Esto se debe hacer con políticas de incentivos, sobre todo en cuestiones tributarias”, analizó Omodeo.
Sobre este aspecto, García remarcó las dificultades que genera, para las actividades económicas, el impuesto a los Ingresos Brutos. “Existe una elevada dependencia de este tributo en la recaudación provincial, ya que se encuentra directamente relacionado al ciclo económico. La estructura actual del impuesto no es funcional a la generación de empleo. Se deben replantear las alícuotas que responden a otro momento histórico de la economía provincial, y establecer nuevas tasas que incentiven las actividades y que promuevan las inversiones”, observó.
Para que la economía local vuelva a crecer, es necesario que los actores recuperen la confianza. Sobre este punto, Omodeo subrayó que las primeras medidas de la nueva gestión económica de Tucumán deben apuntar hacia una reforma del Código Tributario. “De este modo, se restablecerán bases justas y equitativas de los tributos, que no aumenten la presión sobre los sectores formalizados de la economía, y que amplíen la base de contribuyentes”, recalcó.
Además, el directivo de la FET insistió en la importancia de que el Gobierno local elimine el “sistema de dobles o triples imposiciones de retenciones sobre los Ingresos Brutos, que rige cuando se compra, cuando se bancarizan las operaciones comerciales y cuando se vende”. “El sistema de sellados produce un freno inexplicable en la economía, ya que los proyectos en desarrollo deben desgravarse totalmente”, agregó.
Consultados sobre el margen de maniobra que tienen el nuevo gobierno provincial para corregir variables de la economía, ambos directivos coincidieron en que las decisiones que adopte la nueva administración nacional condicionarán el contexto local. “La política tributaria nacional tiene una incidencia directa con las medidas internas”, señaló García. “Un aspecto crucial, y que afecta a las provincias, es definir una nueva Ley de Coparticipación Federal. Hay una gran concentración de recursos fiscales en manos del Tesoro Nacional. Es necesario que se acuerde una nueva ley para que las provincias no tengan que subordinarse a imposiciones de la Nación, para recibir lo que les corresponde”, analizó García.
Por último, Omodeo propuso que las economías regionales deben planificarse a partir de un crecimiento armónico. “Se debe promover la instalación de parques industriales, las inversiones en obras de infraestructuras, como autopistas y ferrocarriles, y obras energéticas. El desafío es grande y está en los sectores público y privado generar las condiciones para alcanzarlo”, concluyó.